Al Centro Asistencial llegué horrorizado,
intoxicado por el aire de Santiago.
Luego de la burocracia, del cheque en garantía y de ser fichado,
me tiraron como estropajo hacia un lado.
Entre los tosidos y los tubos de oxígeno
te capturé con la mirada.
Fingí ahogarme y puse la cara morada,
corriste desesperada.
Como por arte de magia ya no tengo nada obstruido.
Mis pulmones han vuelto a respirar aire,
pero mis mejillas están sonrojadas.
¿Qué te parece un café y conversamos?
Todo de blanco y sanitizado,
tus manos suaves como la seda de tus labios.
Es bonito verte sonreír entre todos los enfermos,
es bonito que no me digas nada, mientras tomo tu mano.
En el Centro Asistencial nos besamos,
aquí mismo nos ahogamos.
Una hermosa historia de amor
entre flemas y bronquios atrofiados.
Los efectos de vivir a una cuadra de la Posta Central de Santiago. Escrito el año 2003 y lado-b de Revolución PCS
jueves, julio 07, 2005
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1 comentario:
Mitchhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
que onda tu, te enamoraste de una enfermera...
ta weno el poema
medio loco, medio romantico
no se...
oie tu jote log ta malo
te habia escrito que me senti ideantificada con varias de tus creaciones, ta weno saber esta otra faceta.. no se si es q acaso yo no la conozco o no la demuestras tanto?
ya cabro cuidate
chau!!!
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