Quiero pedirles mil disculpas a quienes de alguna manera siguen este espacio... en fin, a todos los fanáticos de Radiohead y del señor Thom Yorke. Alguien tenía mucha razón... "que no te gane el desánimo", pero es que son tantas las cosas que me apretan en estos días.
Para recuperar el encanto que alguna vez brilló por estos lados, algo prometido y que no se estaba dando: recordar los tracks que pasaron como desapercibidos del análisis de OK Computer.
¿Cómo pude haber obviado Exit Music? Quizás porque mis mecanismos defensivos actúan adecuadamente, y es que quizás reprimí la angustia que me provoca esta canción. Si Thom lloró con el final de la versión original cinematográfica de Romeo y Julieta, qué mierda queda para nosotros. Una inmensa rabia contra una imagen paterna y castigadora, punitiva y sádica que impide que dos almas sean sólo una. Tan sólo sentarse a esperar que "se atragante", con las delicadas cuerdas de la electroacústica negra de Thom y los desquiciados efectos del final de una canción que resalta la majestuosa batería de Phil.
Y después de recorrer casi la mitad del disco, Thom nos embriaga otra vez con el miedo, Climbing Up The Walls, su miedo, su propio estilo de ahogarse en el pánico profundo de ser amenazado por un asesino real o quizás imaginado en nuestras más profundas paranoias. "Tiene el olor a un hombre local" como advirtiendo que el enemigo pudiera estar durmiendo en nuestra propia cama. Personalmente no creo que se trate de un ladrón o de un psicópata externo, sino que nuestras propias fantasías persecutorias que salen por las noches y que suelen merodear nuestros clósets.
Mientras escribo y actualizo esto vuelvo a escuchar el disco en modo aleatorio, y las canciones me refrescan, necesitaba escucharlas, necesitaba empaparme de Radiohead después de semanas sin detenerme.
Perdón amigos, no fue mi intención abandonarlos.
sábado, octubre 14, 2006
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