Lo que por años significó la complejidad misma, la pieza rebelde que nunca encajaba, el chicle en el zapato o la carie endemoniada del dolor de muelas, terminó por ajustar en un terreno blando y bondadoso para vestirse de simpleza y melodía.
Nude (aka Big Ideas) debería ser uno de los íconos de la fanaticada de Radiohead y uno de los cambios líricos más importantes en la obra de Yorke. Su origen supuestamente se remonta a la era post Ok Computer, en medio de su mosntruosa gira mundial que casi acaba con la banda y con el juicio de realidad de Thom. Ponerle atención a la letra original (no cambió mucho para In Rainbows) da la sensación de pisar un terreno más seguro después de los accidentes de auto, los asesinos en serie, el estrés laboral y la tecno del mejor disco de los noventa.
Nude me conectaba con el pecado y la culpa atiborrada de desear la carne (por lo menos la línea que desapareció en la edición final conectaba explicitamente con eso), aunque para muchos la carne tenga un sabor exquisito y para nada de remordimientos. Sin embargo en este último tiempo me ha llenado más la idea de la frustración o de la baja motivación por hacer las cosas (algo que me está ocurriendo de vuelta al trabajo).
Cuántas veces nos hemos sentido así, como si ninguna buena idea o chispa nos anime a continuar algo que empezamos a hacer. Y por más que nos pintemos de blanco o nos llenemos del ruido (como dice Yorke)... nada de nada.
¿Acaso deberíamos irnos al infierno por no ser ocurrentes? No lo creo, pero cada vez me parece más chistosa esta canción a pesar de su ritmo lento y reflexivo. De todas maneras una joya que sinceramente hubiera brillado más (creo yo) con ese estilo antiguo que sonaba por alla en 1999.