A veces hago el ejercicio de reemplazar mentalmente Videotape por 4 Minute Warning en el tracklist de In Rainbows. Cuando termina un disco de Radiohead hay que hacer otro camino. Un disco de Radiohead exige demasiado. Porque cada final o cierre repercute muy profundo en nuestros corazones. Es una despedida. Vaya que despedida.
En medio de una calma perversa y de un minimalismo extraordinario, un pandero va gesticulando una lenta despedida tras una frágil voz de Thom apuntando a la advertencia, a que algo está pasando o quizás a que algo se esta viniendo, algo está llegando.
Y si esta joyita hubiera cerrado la primera entrega del arcoiris. Quizás todavía nos deberían estar levantando. Tras recibir el golpe, recibir el impacto. Es solamente una advertencia. En medio de bombardeos invisibles. Hace rato que no se escuchan bombarderos tradicionales, pues ahora usan otras estructuras, otros disfraces. Y Thom nos advierte, nos previene.
Si solamente fuera una pesadilla. Quizás sería más fácil. Pero tal como a veces sueño despierto, tener pesadillas conciente es una cosa bastante desagradable.
